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Que no te engañen: las mentiras más insanas de WhatsApp 'son pura basura'

Que no te engañen: las mentiras más insanas de WhatsApp 'son pura basura'

El popular servicio de mensajería comienza a llenarse de cadenas de mensajes aparentemente buenas sobre salud, que no son ciertas

FERMÍN APEZTEGUIA

Lunes, 23 de enero 2017, 11:06

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Las verdades a medias suele decirse que son la peor mentira, aunque quizás sea posible mejorar esa condición. La red social Whatsapp está en ello. El popular servicio de mensajería ha comenzado a llenarse de informaciones sobre salud aparentemente buenas, que en realidad, según alertan los médicos, son auténtica basura. Están redactadas para tocar la fibra sensible del lector y con el objetivo único de que se repliquen, que el usuario se los pase, «por lo menos a otros diez contactos», como suelen pedir, para que la mierda se multiplique gracias a las mil y un posibilidades que ofrece ya el mundo virtual. No haga caso. Es todo una trampa. Si se siente mal, lo mejor que puede hacer es llamar al teléfono 112 de emergencias y dejarse de bobadas.

Una buena parte, posiblemente la mayor, de la información que se distribuye en las redes sociales es falsa. Hay que cerciorarse muy bien de dónde procede. El problema de las que tienen que ver con la salud es su repercusión en la vida de las personas, que se lo creen y toman decisiones que pueden perjudicarles, incluso gravemente. En las últimas semanas, uno de los bulos más extendidos a través de los usuarios españoles de Whatsapp se refiere a la manera de actuar en caso de sufrir un ataque cardiaco y encontrarse solo. El mensaje que se pide replicar propone que «se provoque uno mismo la tos en repetidas ocasiones y con mucha energía».

Viene ¡del año 1999!

No vale para nada, porque no hay evidencia científica de que así sea. Es más, la Asociación Americana del Corazón y posteriormente el Consejo para la Resucitación Pulmonar del Reino Unido, dos instituciones internacionales de reconocido prestigio, se han visto en la necesidad en los últimos años de tener que salir a la opinión pública para advertir de que actuar como se propone en el 'guasap' de marras es un auténtico error. «Si se sufre un ataque al corazón y se encuentra solo, lo primero que debe hacerse es pedir ayuda a través del teléfono 112 o haciendo que alguien cercano llame», recuerda el jefe de los servicios de Urgencias del hospital IMQ Zorrtzaurre, Fidel Fuentes. «Además, si puede tomar una aspirina antes de llegar al centro sanitario, mejor». No hay más. No hay que volverse loco.

La cadenita famosa proponiendo que se tosa comenzó a circular de distintas maneras en EE UU nada menos que en 1999, según explica el cardiólogo Txema Aguirre. El bulo, casi una leyenda urbana, parece ser que se gestó debido una confusión sobre las recomendaciones para los pacientes que sufren una arritmia súbita, un cambio anormal del ritmo cardiaco. «En este caso, es posible que una persona consciente y con capacidad para moverse, al toser fuerte y repetitivamente, logre desarrollar un mecanismo reflejo capaz de abortar este tipo de arritmias». Pero para el infarto de miocardio o el ataque al corazón, nada de nada. Es una filfa.

Y en plena campaña de la gripe, más de lo mismo

La de la tos contra el infarto supone una patraña del calibre de la denunciada esta misma semana por los farmacéuticos vizcaínos. En plena campaña de gripe, cuando se están alcanzando los más altos niveles de la epidemia en Euskadi, Whatsapp se hace eco de un mensaje con un encabezamiento terrible: «Buenos días, no comprar antigripales». El mensaje larga a continuación una lista de 28 fármacos que desaconseja en términos no menos tenebrosos: «A todos los que estén utilizando cualquiera de ellos, que suspendan la medicación y consulten con su médico».

«Es rotundamente falso», ha advertido el director técnico del Colegio de Farmacéuticos de Bizkaia, Juan del Arco. «No es la primera vez que anda por ahí. Si alguien tiene una duda, que entre en cualquier farmacia y pregunte al farmacéutico o bien acuda a su médico de Atención Primaria». La ciencia es la mejor receta.

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