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Una belleza singular. La modelo londinense ha sufrido graves problemas depresivios y de adicción a las drogas, que le condujeron a un intento de suicidio.
Extraña en su piel

Extraña en su piel

Modelo de éxito, Aboah quería ser rubia, blanca y tener ojos azules. Se odiaba a sí misma, «pero ahora soy yo», afirma

LUIS GÓMEZ

Lunes, 16 de enero 2017, 00:36

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Es uno de los reversos más dramáticos y estremecedores de la moda. Habrá quien se pregunte, con razón, cómo es posible que Adwoa Aboah, una modelo que ha triunfado en las pasarelas y revistas, haya estado al borde del precipicio en innumerables ocasiones por su adicción a las drogas y sus depresiones. Sus inseguridades le condujeron a un intento de suicidio en octubre de 2015. Es difícil de explicar también cómo esta joven de 24 años -cabeza rapada, ojos felinos y la cara repleta de pecas- podía odiarse tanto a sí misma de niña.

La razón es que se sentía extraña en su piel al intentar ser «como las demás». Vivía en un mundo irreal porque, evidentemente, no guardaba ningún parecido físico con las chicas a las que deseaba parecerse. «Quería ser rubia, blanca, con ojos azules y atractiva», recuerda. Cuando se colocaba enfrente de un espejo no sólo no se reconocía, sino que sentía asco y desprecio por lo que quiso ser y no era. «Yo simplemente no quiero ser Adwoa», repetía. Detestaba, entre otras cosas, su pelo rizado, pero cuando se lo alisó se sintió tan a disgusto que se tiró dos años con la cabeza tapada con un gorro.

Pese a su juventud, ha recorrido bastantes clínicas psiquiátricas y de desintoxicación. No se puede dar por hecha su total recuperación, pero dice encontrarse «en el buen camino. Me di cuenta de que no puedo ser nadie más que yo. No me gusto a mí misma todo el tiempo, pero ahora estoy bastante bien», agradece. Tuvo que tocar fondo para darse cuenta de todo lo que tenía y cuánta gente vivía pendiente de ella. A punto estuvo de no contarlo. En una de sus enésimas crisis llegó a pasar cuatro días en coma por culpa de una sobredosis de drogas. Las recaídas han sido una constante en la corta vida de Adwoa.

Sus problemas adictivos vienen de lejos. A los 14 años, esta modelo, actriz y activista nacida en el oeste de Londres empezó a drogarse para evadirse. «Pensaba que nunca más podría volver a sentir emociones, que no merecía la pena. Abusaba todos los días de las drogas. Mi momento favorito era cuando me sentaba en mi habitación y todo se desvanecía». Probablemente, Adwoa eligió el peor camino profesional para enterrar sus miedos. Pensó que el idílico mundo del diseño le garantizaría una oportunidad.

Pero fue como meter al zorro en el gallinero, por mucho que su madre, Camilla Lowther, fundara CLM, una agencia que gestiona las carreras de algunos de los fotógrafos de moda más reputados. Entre posados y desfiles se habituó a convivir con gente muy guapa, tanto o más que ella. «Salir en una revista no me hacía sentir mejor. Si no te gusta estar en tu piel, no importa cuántas veces te diga la gente lo guapa que eres o cuántos trabajos consigues», esgrime. Las frustraciones fueron en aumento: «El rechazo ante ciertos trabajos, perder contratos y ser juzgada por la apariencia... me generé una segunda piel y me acabé acostumbrando, pero esto contribuyó a aumentar el odio hacia mí misma», admite.

Detrás de los tormentos vividos por esta maniquí, que ha protagonizado campañas para Calvin Klein, Marc Jacobs, Roberto Cavalli y H&M, está su propia naturaleza y una forma errónea de interpretar la vida. Siempre le costó encajar con la gente que se movía a su alrededor. El dolor le ha acompañado casi toda la vida: «Yo creo que nací un poco triste», reflexiona. Liberados su tormentos, ha decidido hacerlos públicos en el foro femenino -'Gurls Talk'- que ha creado en Instagram. Graduada en Arte Dramático, ayuda a otras jóvenes con problemas mentales a intercambiar experiencias, mensajes y confidencias. «De repente me di cuenta de que no estaba sola y que muchas mujeres estaban compartiendo los detalles más íntimos de su vida; desde su relación con sus maridos hasta el agotamiento que producen los hijos, su vida sexual... Cuando empiezas a escuchar todo lo que las demás chicas están pasando y les respondes, ya no puedes desaparecer. Debes estar ahí siempre», resuelve.

«Me aparté de todos»

Esta vía de escape sirve a todas las chicas que «todavía están creciendo y necesitan hablar con alguien», defiende Adwoa, cuya aparición en la edición italiana de 'Vogue' le abrió los ojos. «Vi una luz diferente. Durante mucho tiempo mis ojos estuvieron vacíos. Me había apartado completamente de mi familia, mis amigos y mi hermana, pero ahora la chispa ha vuelto. Muchas 'celebrities' tienen mucho miedo de hablar, pero a mí eso ya no me da miedo. Si la gente no quiere escuchar lo que tengo que decir, no tienen que hacerlo. Pero si puedo generar algún tipo de cambio, sentiré que he conseguido algo. Yo no tenía ni idea de qué era la depresión o la adicción. Creí que era alguien tirado en la calle con una aguja en el brazo pero hay muchas definiciones diferentes», relata.

Adwoa intenta transmitir a jóvenes que lo pasaron tan mal como ella que se puede ser vulnerable y, sin embargo, salir adelante: «Cuando fui fiel a mí misma, me sentí mucho más libre», se congratula una modelo que se estrenará este año en el cine junto a Scarlett Johansson. Más allá de sus éxitos profesionales, se muestra exultante por ser como es ahora: «Tenemos que aprender a hablar, compartir y ser honestos sobre cómo nos sentimos porque solo cuando compartimos nuestros pensamientos más profundos recuperamos nuestra fuerza».

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