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¿Qué peligros tiene realmente el anisakis?

¿Qué peligros tiene realmente el anisakis?

En los casos más graves, el parásito atraviesa la pared intestinal y afecta a otros órganos, como el pulmón, el bazo, el páncreas o el hígado

ideal.es

Jueves, 12 de enero 2017, 11:35

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El anisakis es un parásito cuyo nombre se viene colando en muchas conversaciones en los últimos tiempos, debido a la moda de comer sushi y otros platos basados en pescado crudo. Se trata de un gusano que se deposita en el estómago de mamíferos marinos, donde ponen sus huevos. Los animales acaban liberando en el mar estos huevos, que acaban convertidos en larvas y que contaminan a otros peces.

El anisakis mide entre 20 y 30 milímetros y se ve a simple vista, aunque suele pasar desapercibido al enquistarse en el músculo del pescado. Si consumimos un pescado contaminado crudo o semicrudo, lo más probable es que también nos contaminemos y que contraigamos anisakiasis. Se trata de una enfermedad parasitaria, provocada por la adhesión de las larvas en la mucosa gastrointestinal, que produce náuseas, vómitos, fiebre o diarrea.

En los casos más graves, el parásito atraviesa la pared intestinal y afecta a otros órganos, como el pulmón, el bazo, el páncreas o el hígado. Además, se puede producir una reacción alérgica al anisakis (dificultad respiratoria, erupción cutánea, inflamación de párpados y labios, entre otros síntomas) e incluso la enfermedad mixta, que combina reacción alérgica con problemas gástricos.

A la hora de comer pescado crudo o semicrudo, debemos recordar que el alimento se debe congelar a -20 grados, al menos durante las 48 horas anteriores a su consumo. El sushi, los pescados en vinagre o marinados son muy susceptibles de contener este parásito, por lo que es imprescindible seguir a rajatabla las recomendaciones de congelado.

La mayoría de los afectados acaban mejorando sin necesidad de tratamiento, sin embargo, es recomendable tomar un protector gástrico para evitar molestias digestivas. En los casos más graves, los pacientes se pueden someter a un tratamiento específico mediante corticoides e incluso a una endoscopia para extraer el parásito.

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