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Antonio Sánchez
Sábado, 10 de diciembre 2016, 02:12
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Las matriculaciones de vehículos cayeron por primera vez en tres años en la provincia de Granada en el mes de octubre. El descenso, del 6,8%, viene provocado por la finalización del plan PIVE, que desde el cuarto trimestre de 2012 y hasta el pasado mes de julio estuvo ayudando al sector de la automoción a levantarse de la crisis económica. Cerca de cuatro años después, el Gobierno ha decidido que ha llegado el momento de cerrar el grifo de las ayudas y dejar volar a los concesionarios de vehículos. Esta medida, que apenas se notó en agosto y septiembre, sí ha tenido una repercusión en las ventas de octubre, aunque su impacto por el momento es mínimo.
Qué implicaciones tendrá esta decisión del Gobierno a largo plazo está por ver, pero los concesionarios de vehículos asumen que en los próximos meses el mercado tendrá que «ajustarse», ya que entienden que existen una serie de usuarios que pudieron adelantar la compra de su vehículo motivados por la finalización de esta ayuda del Gobierno, que durante varios años fue de 2.000 euros y que en estos últimos meses de plan PIVE se vio reducida a 1.500 euros.
El ajuste del sector de la automoción al que hacen referencia los principales concesionarios de la provincia todavía no se ve en las cifras. De hecho, aunque entre octubre de este año y de 2015 se vendieron en Granada 79 coches menos, el acumulado anual otorga a la provincia un ascenso en las ventas del 10,4%. Esto implica que Granada cerrará 2016 con un ascenso en las matriculaciones con respecto a los cuatro años precedentes y acabará muy próximo a los cerca de 13.500 vehículos que se vendieron en 2010.
La evolución del último lustro refleja también dos rasgos bien definidos del sector del automóvil en la actualidad. Primero, los usuarios no han visto necesaria la llamada de atención de la Dirección General de Tráfico (DGT) para realizar cambios en los vehículos. Hace unos meses, la entonces directora de la DGT, María Seguí, afirmó que los coches con los que se producen la mayoría de accidentes mortales «tienen catorce años de media», con una población «más vulnerable en vehículos obsoletos» e hizo una llamada de atención a los conductores para que renovaran sus coches y motocicletas, que no ha sido secundada en exceso. Y segundo, se tardarán años, probablemente décadas, en regresar a los niveles de ventas previos al inicio de la crisis económica. En el año 2007 se vendieron en la provincia cerca de 25.000 vehículos, una cifra que ahora está reducida en torno a un 50% y que se presume que se irá recuperando, pero de forma muy sostenida. De hecho, la ralentización producida en el sector del automóvil tras la finalización del plan PIVE muestra que la necesidad de cambiar los vehículos no es la de hace una década y que el poder adquisitivo de los usuarios se ha visto mermado durante los años de crisis.
La asociación de fabricantes de automóviles, turismos y camiones contradice la valoración general de la finalización del plan que se hace en los concesionarios de la provincia. «La tendencia de un fuerte envejecimiento del parque sigue siendo una gran preocupación para el sector por sus efectos negativos sobre el medioambiente y la seguridad vial. Los planes PIVE tienen, por lo tanto, un efecto importante y necesario desde el punto de vista económico y social», argumenta Arancha Mur, responsable económica de la organización.
Medidas de apoyo
En una línea similar se muestra Juan Antonio Sánchez, presidente de la asociación de vendedores de vehículos a motor: «Son necesarias medidas de apoyo para garantizar el pulso del mercado, por lo que ahora que ya tenemos nuevo Gobierno, hay que impulsar un plan integral del automóvil que permita a este sector seguir siendo un puntal del crecimiento económico. Necesitamos nuevos planes de incentivo, basados en retirar de la circulación los coches más antiguos y contaminantes, estimulando a su vez la entrada de modelos».
Jaume Roura, presidente de la patronal de los concesionarios Faconauto, pronostica que durante los dos próximos años el sector automovilístico experimentará un ascenso «pero de manera muy moderada. Todo lo que sea mantenerse por encima del millón de ventas a nivel nacional es una buena noticia, aunque el nivel de envejecimiento de nuestro parque debería darnos margen para que hubiera un mercado mucho más dinámico».
En los concesionarios de la provincia hay quien se desmarca de las valoraciones que se hacen a nivel nacional acerca del plan PIVE y los responsables de ventas de los concesionarios con más matriculaciones de Granada destacan que la ayuda del Gobierno no puede eternizarse en el tiempo, aunque ello implique una «caída o ajuste» en las matriculaciones de vehículos.
José Antonio Bravo, gerente de Rondamóvil, destaca que su marca (Citroën) está creciendo y que su concesionario está supliendo la ausencia del plan PIVE con descuentos propios. «Somos una marca consolidada en la provincia con una importante penetración en Granada a nivel de usuarios particulares. Estamos por encima de lo que vendimos en 2015, a pesar de que nos comparamos con un año en el que se vendió bien y con un último trimestre que fue muy bueno», explica Bravo.
Miguel Sánchez, director de ventas de Gilauto, descarta que el plan PIVE esté afectando en exceso a las ventas en su concesionario de la marca Volkswagen. Sánchez explica que el descenso de la ayuda que se produjo de 2.000 euros a 1.500 euros tuvo incidencia en el mercado, pero que el impacto del final del plan «no ha tenido mucha influencia». A su juicio, las marcas juegan ahora en un mercado más reducido -«no vamos llegar a los niveles de 2007»- y elementos como la tecnología y la conectividad van a ser determinantes a corto y largo plazo. «En nuestro caso estamos desarrollando nuevos proyectos y creo que las ventas se van a incrementar», detalla.
José Manuel Álvarez, gerente de Mosa Granada (Peugeot), detalla que aunque el mercado haya caído en octubre «lleva un crecimiento importante» a lo largo de 2016. Álvarez explica que en la provincia el aumento de las ventas dentro del mercado de particulares se encuentra por encima del 10% y que podría ser mayor si se hubiera prolongado el plan PIVE. Aunque coincide con quienes argumentan que este apoyo no se puede eternizar la ayuda, sí cree que es una obligación estatal colaborar en el descenso de la edad media de los vehículos. «No obstante el año va a ser bueno y vamos a tener un incremento de ventas», argumenta.
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